Pither y Sam fueron recibidos por un comité de altos cargos. Tras el debido intercambio de saludos, Pither comenzo su narración de lo sucedido con la anomalía, cuando advirtió las miradas que dirigían los demás hacia Sam. - Soldado - Pither detuvo a un soldado, que trataba de pasar inadvertido ante semejante reunión de oficiales. El soldado se tenso como una cuerda y en pocos pasos se presento ante Pither. - Señor- Se cuadro y saludo, mirando con nerviosismo al resto de oficiales. - Acompaña a mi ayudante personal a mis habitaciones y lleva le algo de comer.- El soldado se relajo y destenso su cuerpo, no si antes ver reflejada alguna que otra mueca en los rostros de oficiales.- Sam, abrió la boca para protestar, pero Pither se le adelanto. - Sam, acompaña al soldado y descansa, mañana hablaremos y te mostrare las instalaciones.- Sintiendo el escrutinio de las miradas sobre el, tan solo pudo responder, tal como se esperaba de un soldado. - A sus ordenes señor- Mientras se alejaba en pos del soldado, alcanzo a escuchar algunas palabras que le inquietaron.- El plan " REFLEJOS " por fin podrá ponerse en marcha..
Como un lobo al que han acorralado, Sam recorrió la habitación de pared a pared, buscando la manera de escapar a su actual situación. Desde un principio, sabia que se estaba adentrando en una trampa y ahora podía sentir las rejas cerrarse tras el. Su estomago lo obligo a calmarse, había un limite para la resistencia de su cuerpo sin alimentos. Dio buena cuenta, de los alimentos que le trajeron al poco de llegar, al menos tenían pensado mantenerlo con fuerzas. La cantidad que había sobre la mesa, podría haber sastifecho a casi cinco hombres. Aun así, engullo sin saborear una cantidad ingente de aquellos deliciosos platos. Una vez saciado y aseado, se recosto en un sillón aparentemente cómodo, que había junto al escritorio. Hasta que el agotamiento de los últimos días, libero su mente para penetrar en el mundo de los sueños.
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